Hace ya algún tiempo que mis hijos hicieron esta maravillosa obra de arte que ahora decora una de las paredes de nuestro estudio:
Para ello les compré unos lienzos pequeñitos y con cinta de pintor fui poniendo tiras y en el centro las fui cortando para escribir su nombre. Cuando ya los tuve preparados se los di para que los pintasen como quisiesen. Para ensuciar lo menos posible pintamos directamente en el suelo del lavabo con una fregona preparada para limpiar al acabar y los niños directamente dentro de la bañera.
Con la emoción que tenía en hacer este cuadro que llevaba semanas planeando se me olvidó la parte más importante (que de momento no se ha notado mucho) que es que si no utilizas pinturas especificas para lienzo pueden saltar después de éste. El truco está en mezclar la pintura escolar con barniz. Ya vereis que con tan solo un poquito de barniz se vuelve espesa de golpe como si fuese pintura tipo oleo.
Una vez pintado todo se deja secar y luego se despegan todas las tiras de la cinta de pintor. Si en algún sitio se ha filtrado un poco de pintura luego se repasa con pintura blanca y ya está!
Para niños más grandes les podéis proponer que pinten cada espacio entre cintas de un color distinto. Bueno y también que coloquen ellos las cintas.
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